Enciende
la vela.
No queda
mucha luz ya.
Acerca el
pedernal con gesto cuidadoso y hazlo restallar para que podamos
vernos las caras. A veces creo que olvido tus líneas de expresión y
necesito resfrescar mi memoria en la lectura de viejas fotos donde el
tiempo quedó encallado y los colores estropeados.
Libera un
poco de gas.
Alimenta
con él al suspiro de fuego y ahoga un poco del aire que llena la
estancia. Haz crecer a lo presumible, aunque resulte extrañamente
fácil.
Ya está
prendida.
Escuchemos
juntos el vomitar de la cera, el hilado de la llama entre los tejidos
enhebrados del lienzo. En la boca de su calentura quizás tentaríamos
una velocidad más cansada, más propia de la desesperanza que ahora
vivimos.
La llama
nace frágil; y, tímida, entre bocanadas, se establece al tomar base
de grito. Pero se extingue con fineza, tan solo con un movimiento en
falso o un halo abrupto. Así que enternécela entre tus manos.
Acércala.
Con
ella respira un mundo extinto, un sinfín de vidas extrañas que se
revuelcan en los planos y que crepitan celebrando un éxtasis
creativo. En su vida de mariposa nos dicen tanto que moderarlas sería
como intentar endulzar el mar. En el revoltijo perderíamos la
concreción y nos daríamos a un gusto engañoso: somos garabato que
choca naturalmente contra los muebles de la habitación.
Acércala.
Ya
recuerdo tus ojos aunque se suman en lo descolorido. Sus brillos
resultan arcanos y sus líneas poco desdibujadas. Los prefería
trabados en el bamboleo de trazos azules y oro. Aún podemos soñar
estancias distintas y tiempos alternos: mixtura de experiencias.
Ya
recuerdo el cabello apagado, mechado, de pardeza tangente, trabado,
enredado en sombras. Solíamos peinarte con manos traviesas,
intentando aplacar el temporal con hojas de seda.
Acerca la
vela.
Tanto que
podamos respirarla. Juguemos a ensayo de vida. Pero no juguemos
demasiado en serio porque, a veces, en lo niño, pudiera ser que una
risa impensada mudara nuestra obra en llanto agridulce.
Ya somos
engaño o llama: bienvenido a mi país.
2 comentarios:
Hola Victor te he descubierto en el blog de Ismael Serrano y me gusta como escribes. Me he unido al blog para seguirte.
Ahora mismo estoy participando en un concurso de mensual de microrelatos junto con otros escritores noveles de mucho talento. Te invito a que te pases por allí. Vale la pena solo por el puro placer de leer.
Se llama: Esta noche te cuento.
Un saludo, te siguo
Buenos dias, Jose Angel! Muchas gracias por la critica. Eres muy amable. Por supuesto que entro hoy mismo y dejo mi comentario.
Un saludo y estamos en contacto.
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